Exposición
Pánico, rebeldía y deseo en su tinta
Cuando Roland Topor atacaba la primera plana de los periódicos o los semanarios con uno de sus dibujos mordaces, la gente encontraba extraños e incómodos espejos que parecían retratarlos en las situaciones más extremas, escandalosas o absurdas. Sus imágenes eran pedradas a la doble cara de nuestras sociedades de rancia moral pequeño burguesa. En esta exposición, hemos recogido los pedazos del espejo que a cada dibujo Topor configuraba y rompía, ese, en el que miramos las guerras pero sin que dejen de suceder los encuentros eróticos en la noche oscura; la miseria pero también el gusto por el arte; la sangre y la naturaleza confundida; los vicios individuales más simultáneamente la delicia de los banquetes o las tertulias en los restaurantes; la enfermedad diseminada que nos recuerda nuestra vida efímera y por otro lado nuestras relaciones con los animales y los árboles; la muerte que acecha más también la poesía y las historias que nos nutren desde los libros. Las obras de Topor se presentan como un gran psicoanálisis mediático en la que nos recuesta a todos en el diván del tabloide, el semanario o la revista. Así también Eko hizo de nuestros fines de semana leyendo el periódico Uno más Uno, un inesperado espacio de perversidad erótica entre las noticias y las reseñas de poemarios o novelas. Todos los deseos deliberadamente ocultos y algunos que ni siquiera sabíamos que estaban en nosotros, se configuraban en las aventuras sexuales de Denisse y eran la noticia más exitante de todo el periódico. Denisse ha sidola única tira erótica en los periódicos de México, gracias al maestro Huberto Batis que puso el escenario impreso a la lubricada imaginación de Eko. Prodigiosos dibujantes ambos (Topor y Eko) que más que hacer arte para exposiciones, trabajaron con la idea de colgar su obras en la galería de los diarios, por lo que la imagen original de su dibujo ya no importaba en tamaño y la definición podía llegar a variar, pero ellos como artistas y parafraseando a Walther Benjamin trabajaron conscientemente sus “obras de arte en la Era de su reproductibilidad técnica.”
Vlady también trabajó imágenes en su juventud para periodiquitos subversivos y volantes políticos ligados a los grupos de activismo donde participaba su padre Víctor Serge, así como carteles y pasquines para organizar manifestaciones o concientizar a los militantes. Años después ilustraría sin fin de revistas, suplementos culturales y aportaría tapas de libros. Él mismo sería editor de varias publicaciones culturales. Eko también ha sido ilustrador o creador de libros, ya sean novelas gráficas, cuentos o Historia como la Toma de Zacatecas por Pancho Villa que desarrolló magistralmente acompañando el relato de Paco Ignacio Taibo II. Topor desarrolló historietas, animaciones cinematográficas como El Mundo Salvaje incluida como pieza en esta exposición, primera animación en merecer el premio especial del Festival de Cannes. En todos estos formatos, el dibujo o el grabado original son ya sólo un recuerdo, pero las dimensiones pueden variar, inclusive colorearse con otras tonalidades. Todas las obras de Eko en esta exposición tienen esta característica de aprovechar la tecnología para hacer otra cosa del dibujo original, neográficas trabajadas entre el taller y las imprentas. Mientras tanto, en el caso de Topor, lo que tenemos son litografías y grabados que se decidió a hacer, porque en las redacciones de los medios en que colaboraba le robaban sus originales.
Eko fue discípulo de Vlady desde niño, Vlady lo acercó al grabado y no sólo le enseñó las técnicas, sino que fue su primer impresor. Topor fue un referente visual para ambos, su humor negro de vertiente surrealista hizo del cuerpo humano el teatro de toda la realidad y eso es algo que también adoptó Eko como premisa de su trazo artístico. Vlady fue el primer artista en realizar una exposición en México enteramente erótica. Topor creó con Jodorowsky y Fernando Arrabal el movimiento Pánico como una escisión del surrealismo tardío. Dicen que cansado del dogmatismo acartonado en que había caído el líder del surrealismo en sus últimos años, en una de las sesiones presididas por André Breton, Topor levantó la mano y le pidió permiso de salir al baño, como si un maestro de escuela se tratara; Topor nunca volvió y su escatológica salida hizo que Jodorowsky y Arrabal salieran detrás de él para formar el movimiento Pánico en el que llevaron al límite sus ideas teatrales, cinematográficas, dibujísticas, performáticas. Ya Jodorowsky había sacudido la escena cultural de nuestro país con obras de teatro y películas en las que muchos artistas visuales participaron y discusiones interminables se dieron en muchos sectores de la sociedad. Los temas y las formas con que se expresaron fueron potenciadas por el Teatro Pánico en París, y se convirtieron en el movimiento más importante de la contracultura francesa, como las agitaciones visuales que provocó Vlady con Gironella abrieron el camino de transformación del arte mexicano tras el muralismo, como lo señalamos en la exposición que antecede a esta. En los dibujos de Eko, a pesar de su individualidad única, se resumen muchas ideas que Vlady y Topor incendiaron junto con otros creadores de su tiempo. Los estados de ánimo límite, nuestras pasiones humanas, y hasta la escatología y la muerte que nos recuerdan nuestra condición animal y efímera, son materia prima de estos tres creadores. Con humor negro, desparpajo, audacia intelectual y libertad, estos artistas han cocinado en su tinta muchas de las obsesiones del ser humano.
Fernando Gálvez de Aguinaga
Agradecimiento especial a la familia del maestro Francisco Toledo, al IAGO y a Francisco Limón y su taller La Máquina
De estos tres artistas se podrían narrar un sinfín de contenidos simbólicos y semánticos que se encuentran y desencuentran tejiendo un diálogo estético. Sin embargo, más allá de adentrarnos en las profundidades literarias y conceptuales de sus propuestas, nos gustaría primero hacer hincapié en la contundencia de las líneas que constituyen los dibujos de estos artistas; pues todos ellos consolidaron sus cualidades y habilidades a partir del dominio del dibujo.
La caricatura es la fórmula predilecta del ilustrador y dibujante francés Topor; sus obras parecen contener el cinismo desde el cual realiza una profunda crítica social enmarcada por su humor negro o la aversión que quiere evidenciar. El estilo que engendra la línea de su dibujo acompaña así lo tosco o lo delicado del contenido enunciado por el artista.
En esta misma línea de la caricatura y la ilustración están los dibujos de Eko, quien a través de colores psicodélicos en segundo plano y trazos de exquisitez incomparable, nos hace evidente aquella discusión renacentista sobre el predominio de la línea sobre el color. Las obras que verán expuestas son conceptuales y alegóricas, y la lectura atenta de sus partes muestra un contenido simbólico profundo mientras que su trazo nos permite reflexionar sobre la importancia del oficio artístico (en este caso, la importancia del dibujo, que de manera desatinada ha perdido fuerza en las creaciones artísticas contemporáneas).
La inigualable línea de Vlady también incursionó en la ilustración literaria y en la caricatura (generalmente política), y aunque estás vertientes no son las dominantes, juegan un papel importante en la configuración de su propuesta plástica que hace evidente las diferencias metodológicas entre el dibujo y la pintura. Sus trazos lo llevan de un diálogo íntimo con algunos de los escritores más importantes de la cultura universal, hasta la sátira política que construye revisando cuidadosamente el proceso histórico, social o personal que desea escarnecer.
Ahora bien, de todo el arsenal simbólico y semántico que despliegan estos tres artistas, la sexualidad es la que más tiende a fundirse con la húmedad de la tinta con la que trazan sus líneas.
En la obra que se expone de Topor la sexualidad es organizada a partir de la teatralidad; es decir, es pensada hacia adentro, pero para ser expuesta. Nos encontramos entonces aquí con una innegable huella pánica (no por nada la sexualidad termina tan cargada de ideas que, incluso, podría decirse de ella que es una sexualidad conceptual —muchas veces incluso violenta—, y casi totalmente revestida de pensamientos y juicios).
Por su parte, con sus trazos, Eko hiende la superficie que escarba y, a tientas, reconoce consus manos aquello que la luz de la razón rechaza iluminar. La sexualidad, en tanto que almácigo de fantasías, aquí se engendra más cercana a la sospecha onírica que a la ceguera del impulso. Hace literatura. En sus obras nos encontramos con una sexualidad acorazada con alegorías que transustancia la línea en un mundo henchido de sentidos.
En última instancia, para Vlady —y más allá del erotismo— la sexualidad se desenvuelve al interior de una cosmogonía de fantasmas que oprimen el cerebro de la historia. En ese universo de ritmos y flujos salen a nuestro encuentro monstruos que, con cada nueva generación, reencarnan y personifican gustosos la farsa de la tragedia primera. Aquí no es lo explícito ni lo alegórico, mucho menos lo teatral; sino la advertencia de lo imperioso del advenimiento. La sexualidad en tanto que índice de lo humano; de sus penas, deseos, voluntades y omisiones.
Tonatiuh Gallardo Núñez y Silvia Vázquez Solsona
Goya, 63, col. Insurgentes Mixcoac, alcaldía Benito Juárez, metro Mixcoac
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