Los ecos de Vlady

 

Los ecos de Vlady 

Vlady fue un personaje que hacía ruido en los ámbitos de la cultura, fue polémico porque tenía posiciones individuales en lo artístico, lo político y en general en la vida que a menudo lo llevaban a polemizar con pensadores con los que pudo estar de acuerdo en algún momento o en algunos aspectos, pero con los que después tenía diferencias profundas y es que su pensamiento pasaba por estudiarse a sí mismo, corregirse y por lo tanto cambiar de rumbo. Primero como manera de avanzar en sus propios trabajos e ideas y en consecuencia separarse de los que antes le eran totalmente afines. Los jóvenes que estuvieron cerca de él aprendían (como yo mismo a lo largo de los procesos de exposiciones y consultas artísticas en que nos involucramos), que Vlady siempre buscaba profundizar en la historia de las ideas y del arte, para revolucionar su propio campo con conocimiento acumulado del pasado e innovación a un mismo tiempo. Ese proceso se mira en sus murales, no es casualidad que empezara por pintar la Capilla Freudiana, una inmersión en el “conócete a ti mismo”, para a continuación hacer una revisión de las grandes revoluciones intelectuales, artísticas y sociales de la historia que a juicio de Vlady marcaban lo más relevante para el mundo.  Vlady no plasmaba en ningún campo una visión triunfal ni hacía monumentos de aquellos logros, para él, había siempre una visión crítica predominante que empezaba por la autocrítica y culminaba con una demoledora posición ante el Poder Político, ya fuese emanado de un proceso revolucionario progresista o de un régimen reaccionario. 

Para poder hacer este proceso Vlady se planteaba que su lenguaje artístico, su dibujo, su pintura o su grabado, debían ser trabajados con maestría, con un planteamiento material y estético contundente, pues la temática es secundaria hasta que se resuelve el lenguaje que puede volver el mensaje contundente o banal, pues la fuerza poética de la idea depende en mucho de la resolución de la imagen artística en los aspectos mencionados. Así, los seguidores de Vlady, más allá del discurso que tengan, tienen como base ese respeto por la técnica y la propuesta plástica dentro de sus obras; en algunos pueden verse afinidades temáticas con obras de Valdy, pero en todos hay una exploración interesante en el campo pictórico o gráfico en que desarrollan su imaginario. Invitamos tanto artistas que estuvieron cerca del maestro e incluso a quienes participaron como ayudantes en sus murales, pero también incluimos a jóvenes que han sido influenciados por este gran impulsor de la “Ruptura” y a la vez continuador de la tradición mural. Vlady está vivo, y sus ideas se prolongan en estos interlocutores artísticos, que en una u otra forma, hacen eco de algún aspecto de sus creaciones. 

Fernando Gálvez de Aguinaga

 

En la pintura, concepto es materia y orden de uso. Lógica de los sentidos. ¡Ya los pintores no lo saben! Los que lo aprenderán, harán el futuro.    

Vlady

La obra de Vlady refulge como un relámpago sobre la historia del arte universal, y tras esto escuchamos el estrepitoso trueno que deja su vasta obra pictórica, dibujística y gráfica en las generaciones posteriores. 

Cuando falleció Vlady se dijo en la prensa que “murió sin dejar escuela”, y hasta la fecha, ha sido un estribillo sin cuestionamientos. Como una respuesta a esto, en la presente muestra curatorial los invitamos a habitar una historia que no ha sido contemplada. A lo largo de su vida, Vlady compartió con las jóvenes generaciones sus más anhelados sueños estéticos; y tuvo diversos ayudantes y discípulos, quienes aprendieron sus complejas técnicas pictóricas y gráficas. Estas, fueron recuperadas desde la tradición renacentista y reinventadas por Vlady; y no debemos olvidar que mientras transmitía sus conocimientos se apoyaba de estos jóvenes aprendices para llevar a buen fin obras monumentales como el mural Las Revoluciones y los Elementos.

Cada uno de los artistas que se encuentran en esta exposición mantienen un diálogo vivo con Vlady. Algunos pintores producen ecos visuales de su técnica veneciana, otros, eligen la polémica y se contraponen a la lógica material que él proponía. En otras obras, vemos resonancias del potente trazo y dibujo del ruso-mexicano. También podemos apreciar que algunos grabadores toman inspiración de las técnicas y temas de la gráfica que desarrolló este artista integral. Otros de los ecos reavivan la fuerza política de las iconografías vladianas y muestran la necesidad de retomar sus ideas en la actualidad. Los artistas juegan con las resoluciones del espacio y del color que aprendieron al estudiar la vasta producción artística de Vlady; aunque también mostramos obras donde hay una explícita experimentación formal y/o material que toma un camino propio tras el contacto con su obra. Todo esto permite ampliar nuestras ideas sobre los alcances del proyecto estético vladiano desde el campo de lo artístico. 

“Los ecos de Vlady” es una invitación a observar estas reverberaciones que se expresan en la producción artística de sus aprendices, discípulos y seguidores, cuyas obras nos permiten comprender con mayor profundidad los alcances del proyecto estético/político/material, el cual, se reactiva a través de la influencia que Vlady ha ejercido sobre los demás. Estudiar el impacto que tiene su obra en las generaciones pasadas, presentes y venideras, nos permite revalorizar las aportaciones de Vlady en los campos disciplinares en que se desarrolló, y mirar en estos ecos un reavivamiento de sus inquietudes y cuestionamientos plásticos. 

Silvia Noemi Vázquez Solsona

 

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